Visión Universitaria
Formación con sello de excelencia para la industria
Teresita Marzialetti
Jefa Carrera Ingeniería Civil Química UdeC
Con una sólida trayectoria en docencia, investigación aplicada y gestión académica, la académica lidera procesos clave de modernización curricular, reacreditación internacional y fortalecimiento del vínculo con industrias estratégicas como la celulosa y el papel.
Doctora en Ciencias con mención en Química por la Universidad de Concepción y formada como Ingeniera Civil Química en la Universidad Nacional del Sur (Argentina), la académica ha consolidado una carrera orientada a la excelencia. Su formación incluye también un Magíster en Ingeniería Química y una especialización en Gestión de la Calidad, antecedentes que hoy sustentan su liderazgo dentro del Departamento de Ingeniería Química (DIQ) de la UdeC.
“Ingresé al Departamento motivada por el prestigio de esta carrera, su alto nivel de exigencia y por formar parte de una institución con más de un siglo de trayectoria”, explica. Al momento de integrarse como docente, la carrera ya contaba con acreditación nacional por el máximo número de años, y desde 2018 posee acreditación internacional ABET, también en el rango más alto posible. “Es una hermosa carrera, en una universidad con reconocimiento internacional y emplazada en un campus privilegiado”, agrega.
Desde su rol como Jefa de Carrera, su gestión ha estado enfocada en la mejora continua y en la adaptación del plan formativo a las exigencias actuales del entorno productivo. Uno de los principales desafíos que enfrenta hoy es el proceso de reacreditación ABET, cuya evaluación final está prevista para el segundo semestre del próximo año.
“Este proceso implica una fiscalización internacional rigurosa, que requiere coordinación entre académicos, estudiantes, egresados y empleadores”, señala. Junto con ello, el DIQ trabaja en una modernización del plan de estudios, que reducirá su duración de 11 a 10 semestres, sin comprometer estándares de calidad. “Estamos enfocados en asegurar una formación técnica sólida y una ética profesional robusta, manteniendo el sello de excelencia que caracteriza a nuestros ingenieros químicos”, subraya.
Vínculo histórico con la industria de la celulosa y el papel
La relación entre la carrera y el sector forestal y celulósico no es nueva. “Nuestra carrera nace hace más de 100 años por una necesidad concreta de la industria forestal y minera de la región”, recuerda la académica. Ese vínculo se ha sostenido en el tiempo, y hoy constituye una alianza estratégica que beneficia tanto a la formación de los estudiantes como al desarrollo tecnológico de las empresas.
El sector celulósico, en particular, ha sido un espacio de inserción laboral clave para los egresados del DIQ, quienes también realizan en estas empresas sus prácticas profesionales y proyectos de titulación. La presencia de exalumnos en empresas como CMPC o Arauco ha facilitado, además, la colaboración en proyectos de I+D aplicada.
“La industria de la celulosa y el papel representa un espacio privilegiado para la aplicación de conocimientos en procesos químicos complejos, control ambiental y eficiencia energética”, afirma. “Nuestros egresados aportan valor en ámbitos como optimización de procesos, gestión de calidad, economía circular y desarrollo de productos sustentables”.
Casos de éxito en I+D aplicada
Uno de los ejemplos más recientes de colaboración efectiva con la industria es el proyecto Fondef ID23I10101, adjudicado en 2023 y actualmente en ejecución junto a CMPC. “Estamos trabajando en el desarrollo de un producto que reduce el consumo de agua en el proceso de producción de especies”, explica. Esta innovación tiene impacto directo en el proceso de obtención de pulpa y papel, dado el alto estándar que exige tanto el mercado nacional como internacional.
“Se trata de una solución con impacto ambiental positivo, que responde a las demandas globales por procesos más sostenibles y al mismo tiempo fortalece la competitividad de nuestras industrias locales”, añade. Este tipo de proyectos, señala, también abre oportunidades para la participación de estudiantes y jóvenes investigadores, fomentando la transferencia tecnológica y el aprendizaje en contextos reales de producción.
Además del proyecto Fondef, el DIQ mantiene una presencia activa en líneas de financiamiento como Fondecyt y Corfo, desarrollando soluciones técnicas en conjunto con actores del rubro celulósico, así como con empresas del área de tratamiento de aguas, bioprocesos y valorización de residuos industriales.
Formación con impacto industrial
Con una mirada de largo plazo, la académica destaca la importancia de una formación profesional que combine rigor científico, competencias técnicas y capacidad de innovación. En este contexto, el DIQ ha fortalecido la participación de la industria en su quehacer académico, mediante comités consultivos, encuestas de empleadores y mesas técnicas.
“La formación de ingenieros químicos hoy no puede estar desvinculada de los desafíos industriales del país. Debemos formar profesionales que no solo se inserten, sino que lideren procesos de transformación tecnológica en sectores estratégicos como el forestal y el celulósico”, concluye la investigadora.
El Departamento de Ingeniería Química de la Universidad de Concepción sigue consolidando su posición como un referente nacional en la formación de capital humano avanzado, con un fuerte compromiso hacia la excelencia académica, la innovación y el desarrollo tecnológico. Su estrecha colaboración con sectores productivos estratégicos, como la industria de la celulosa y el papel, ha permitido fortalecer el vínculo universidad-industria, impulsando soluciones sustentables y proyectos de alto impacto. Esta sinergia ha convertido al Departamento no solo en un espacio formativo de primer nivel, sino también en un socio clave para una industria que enfrenta crecientes desafíos en productividad, sostenibilidad y adaptación tecnológica. Con una mirada de futuro, el DIQ reafirma su misión de formar profesionales capaces de liderar los procesos de transformación que demanda el país, aportando desde la ingeniería química al desarrollo sostenible y competitivo de Chile.